lunes, 18 de mayo de 2009

Arias inaugura una escuela de música carente de edificio

Nicoya. Ayer, el preside

nte Óscar Arias aprovechó su visita a la Ciudad Colonial de Nicoya para inaugurar la Escuela de Música Peninsular. Esta cuenta con con 575 estudiantes entre los 4 y 19 años, pero carecen de una edificación propia para recibir lecciones.

De acuerdo con Arias, no hay dinero para construir los edificios en las 28 escuelas de música que han abierto en el país. Según él, no se vislumbra un presupuesto para el edificio requerido en lo que resta de su administración.

“No se puede porque no hay dinero. Tenemos 28 escuelas y ninguna con edificio. Agradezco al sacerdote Marvin Sánchez por prestarnos los salones de la parroquia. En mi administración terminaremos cuatro escuelas más. No hay dinero para tener edificios, pero en cada cantón hay gente que nos facilita espacios para trabajar con los estudiantes”, dijo el Presidente en la parroquia de Nicoya.

En la iglesia católica de Nicoya, los 575 estudiantes recibieron los primeros 150 instrumentos: un piano, violines, fagotes, clarinetes, saxofones, flautas, cornos franceses y trompetas, entre otros. El costo alcanza los ¢50 millones.

La ministra de Cultura, María Elena Carballo, dijo que la Municipalidad nicoyana gestiona el terreno donde se ubicará el edificio para la Escuela de Música.

“Todos, unidos, buscaremos el dinero para la construcción del edificio. El gobierno ya ha invertido $3 millones en la compra de instrumentos”, indicó la Ministra.

El director del Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), Ricardo Vargas González, afirmó que se requieren ¢1.000 millones para construir el edificio de la Escuela de Música Peninsular.

PROYECTO DARÁ CASA A 177

El sábado 16 de mayo se inició la construcción de 177 casas en un proyecto que dará un lugar donde vivir a ese mismo número de familias del precario Calderón Fournier, en barrio San Martín de Nicoya.

Según la ministra de Vivienda, Clara Zomer, se espera que la Constructora Synsa concluya las obras en diez meses.

“Estamos dando el banderazo de inicio a una obra que dará un respiro a 177 familias que han esperado durante 20 años. Ahora estamos comprometidos a entregarles, en poco tiempo, las llaves de un techo digno”, expresó Zomer.

No muy lejos de ese nuevo residencial, desde hace seis años, 153 familias sufren problemas con las viviendas que les entregaron porque estas presentan graves defectos de construcción.

Ahora, esos vecinos deben convivir con los olores de las aguas negras que corren por los cordones y los caños, sin que hasta el momento alguna entidad se haga cargo de resolver esos problemas.

Zomer alegó que no hay dinero para atender a esas familias, que “solo llevan seis años esperando”.